También es nuestro día, en cuanto que todos estamos llamados a la Santidad, y en cuanto que desde el bautismo todos somos santos en potencia. ¿Y cómo llegamos a la santidad? El Papa Benedicto XVI en una de sus audiencias generales nos da la respuesta de manera sencilla:
…Lo esencial es nunca dejar pasar un domingo sin un encuentro con Cristo resucitado en la Eucaristía; esto no es una carga añadida, sino que es luz para toda la semana. No comenzar y no terminar nunca un día sin al menos un breve contacto con Dios. Y, en el camino de nuestra vida, seguir las «señales de tráfico» que Dios nos ha comunicado en el Decálogo leído con Cristo, que simplemente explicita qué es la caridad en determinadas situaciones. Me parece que esta es la verdadera sencillez y grandeza de la vida de santidad: el encuentro con el Resucitado el domingo; el contacto con Dios al inicio y al final de la jornada; seguir, en las decisiones, las «señales de tráfico» que Dios nos ha comunicado, que son sólo formas de caridad. «Por eso, el amor a Dios y al prójimo es el sello del verdadero discípulo de Cristo» (LG, 42). Esta es la verdadera sencillez, grandeza y profundidad de la vida cristiana, del ser santos…
¡Feliz día de todos los santos para todos!
Escrito exclusivo para TEGNA por parte del Sacerdote Wuylmer Dávila.
More Stories
Despite stark differences on worker rights, unions split on Trump, Harris
Harris assails Trump for saying Liz Cheney should have rifles ‘shooting at her’
Arizona’s top prosecutor investigating Trump’s comments about Cheney as possible death threat